Tu belleza que cómplice se entrega
a mi fuego ya envuelto en pasiones
estremecida y sin vacilaciones
insaciables sudores me segrega
y tu follaje espeso, alimentado
por la interna humedad y sus temblores
sus labios abre, elude los temores
y recibe mi cirio enamorado.
Con ternura mi simiente embelleces
pues doy identidad a tu torrente
y ya es niña la espuma reincidente.
Asimilas gozosa mi vertiente
de amapolas mojadas y tu vientre
la llevará durante nueve meses.
David-2009
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